diumenge, 18 de setembre del 2011

EL ARBOL DE LA VIDA

"El árbol de la vida" es una película muy radical en su planteamiento, muy alejada de lo que se suele conocer como cine comercial. No obstante, el hecho de que Brad Pitt esté al frente del reparto, y también figure Sean Penn, puede hacer que vaya gente que, de otra manera, no irían a ver una película de estas características. En el cine de Terrassa donde la vi ayer por la noche, de una cincuentena de personas, conté seis deserciones y unos cuantos aplausos irónicos cuando acabó la película. Supongo que el boca a boca funcionara pronto y rápidamente se exhibirá en pocas salas. 
Han dicho que es una película sin argumento. Efectivamente, prácticamente no lo hay y tampoco hay casi diálogos. De hecho, dejando aparte la banda sonora, podría ser una película muda. Los diálogos, escasos, tampoco aportan mucho y creo que el personaje femenino de la película no llega a abrir la boca y sólo oímos su voz en off.
Sin embargo, creo que es una película muy interesante. Es espléndida desde un punto de vista visual y, ante la reseñada falta de un argumento convencional, esa plástica nos invita a dejarnos ir y que la película nos llevé por donde queramos.
Me imagino que un reproche que se hará a la película será el preciosismo de las imágenes naturales, que se repiten bastante a lo largo la película, y habrá gente que dirá "la fotografía era muy buena" para significar que el film en si les ha parecido un rollo. Bien, yo creo que el verdadero "personaje" de la película es la naturaleza y por eso no me parece ociosa la atención, cariño y mimo con la que Malick la muestra.
En síntesis, podríamos decir que la película hace que nos preguntemos sobre nuestro papel en el universo, qué sentido tiene nuestra existencia en el mismo y la  relación con los familiares que nos son más cercanos.
La estructura del film hará que todo el mundo, sea o no creyente, pueda ver e interpretar lo que quiera si, como decía, conecta con la película y se deja atraer por los interrogantes que plantea.
No cabe duda que otros cineastas han transitado por esos caminos. A mi me viene a la memoria Kubrick con su búsqueda de Dios y la evolución en su  2001, o los films de Ozu sobre las relaciones familiares y la naturaleza. No obstante, el estilo con el que se acerca Malick es totalmente diferente y creo que lo hace con mucha personalidad, aunque sea con un lenguaje que no conectará con el gran público.
Por último, creo que hay una localización de exteriores en Bryce Canyon (un lugar horrible para perder una vaca) así que espero Jordi me confirmes si es así.

1 comentari:

  1. La segunda visión de la que hablaba en julio tuvo lugar ayer. En Valladolid a diferencia de Terrasa o Londres, nadie protestó porque el cine estaba vacío. De entrada, no encuentro ningún lugar donde se confirme que el pasaje por el que vaga perdido Sean Penn sea Brice Canyon. De hecho, el único lugar que aparece citado en los títulos de crédito es Texas, mientras que el parque está en Utah. A mí también me pareció el Brice Canyon. La segunda visión me dejo mejor impresión que la primera. Lo que había visto de bueno en la primera se confirmó y en general me sentí más predispuesto a gozar de la mirada de Malick. Posiblemente y para empezar prescindiendo del envoltorio metafísico la película ofrece una mirada excepcionalmente sincera y auténtica de un mundo tan maltratado en el cine como el de la infancia. Me pareció mucho más significativa la escena de los dinosaurios, que también son de Texas (el rio es el mismo donde millones años después jugaran los hermanos) y advertí como Malick subraya la presencia del agua una y otra vez cosa que nos remite a la reflexión de Heráclito sobre la permanente tensión entre la permanencia y el cambio. La última imagen es precisamente la de un puente sobre las aguas que fluyen de un rio. Sin duda, el film trata de metafísica y aún más de religión, pero a pesar de la subrayada imagen de Cristo en la escena de la iglesia, la mirada del film no cuadra con la del cristianismo convencional, irremisiblemente muerto. El Dios al que apuntaría la película correspondería a una época lúcida donde necesariamente Dios está más allá del bien y del mal.

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